Durante la Edad Media existió en Arganda, además del arrabal morisco, otro barrio
extramuros en torno a la Plaza de la Cruz: el barrio de la Judería.
En este barrio, de casas bajas y calles estrechas, vivían un grupo de judíos
de origen humilde, en su mayoría agricultores y artesanos dedicados a diferentes oficios, como el de sastre, zapatero, herrero, alfarero, etc.
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Casas al final de la C/ de la Cruz |
Al parecer, muchos vivían en varias casas con una entrada común, que se cerraba por las noches para evitar
el saqueo por parte de los cristianos.
Cabe recordar que, durante siglos, los judíos fueron perseguidos
y obligados a convertirse al Cristianismo en contra de su voluntad, provocando diferencias y disputas entre los cristianos "viejos" y los "nuevos".
En Arganda, a pesar de su reducido
protagonismo, se ha logrado conservar la fisonomía de algunas de sus
calles y casas, como las encontradas al final de la Calle de la Cruz.
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Ejemplo de Mezuzah |
De hecho, en la misma plaza de la Cruz, existió hasta hace poco, una casa de origen judío que conservaba
en su entrada una Mezuzah, un receptáculo adherido a la jamba derecha
de los pórticos de las casas donde se colocaba un pergamino enrollado con versículos de la Torá.
Para terminar, destacar que en esta plaza se solía celebrar la Fiesta de los Mayos, una fiesta de origen pagano donde los más
jóvenes del pueblo talaban el árbol más alto para plantarlo en esta plaza como
símbolo de su virilidad. Las chicas jóvenes se encargaban de adornarlo y se
construía un altar donde se sentaba la Maya,
chica joven que representaba la inocencia.
Posteriormente, la Iglesia decidió sustituir este tipo de fiesta y
convertirla en cristiana, añadiéndole una cruz al árbol talado y sustituyendo a
la maya por una Virgen, transformando esta fiesta en las Cruces de Mayo.