viernes, 15 de febrero de 2013

De Ermita a Ermita: De San Roque a Nuestra Señora de la Soledad.


Iniciamos la ruta al final de la calle Real, donde se encuentra la Ermita de San Roque. Se trata de un templo de pequeñas dimensiones con una sola planta cuadrada datada de principios del siglo XVII.

Celebra la festividad del Santo el día 16 de agosto con una procesión desde la Ermita hasta la Iglesia Parroquial, tras la cual tiene lugar una misa y finaliza con el regreso de la imagen del santo a la ermita. Ese día se reparten rosquillas y limonada.

Continuamos bajando por la calle Real hasta llegar a la plaza de la constitución, donde vemos, de frente, la imponente Iglesia Parroquial de San Juan Bautista, patrón de Arganda.

Se trata de una iglesia de finales del siglo XVII y principios del XVIII, aunque se asienta sobre una anterior del siglo XVI. Es de planta de cruz latina con tres naves, crucero y cúpula recubierta de yeso. En el altar se encuentra su magnífico retablo barroco del siglo XVII traído desde Calatayud en 1943, ya que el original fue destruido durante la Guerra Civil Española.

En una de sus capillas, hay una placa que recuerda que en la Iglesia yacen los restos mortales de los abuelos, bisabuelos y tatarabuelos maternos de Miguel de Cervantes, autor del Quijote.

Cabe decir que la actual iglesia sustituyó a una más antigua ubicada en el casco medieval de Arganda y dedicada a la Virgen del Castillo. Actualmente no quedan restos de la misma ya que fue demolida en 1971.

Continuando por la Calle San Juan, y bordeando la iglesia por el lado exterior de la cabecera, observamos su fabulosa torre de piedra de 57 metros de altura, conocida como la “Pascualina”, nombrada en honor al clérigo Pascual Milano que donó una importante suma de dinero para su construcción.

Nuestra siguiente parada es la Ermita de la Virgen de la Soledad, patrona de Arganda y muy querida por los argandeños.

Anterior a esta ermita hubo una denominada del humilladero perteneciente a la hermandad de la Veracruz, pero su ruinoso estado obligó a la construcción de la actual en el siglo XVII. 

De construcción sencilla, es de planta de cruz latina y una sola nave con bóveda de cañón. Su interior es de decoración barroca y en el altar podemos admirar la imagen de la Virgen de la Soledad, obra del escultor José Ginés realizada en 1810. 

Terminamos recordando que las Fiestas Patronales del mes de septiembre se celebran en honor a la Virgen de la Soledad con Ofrenda floral, encierros taurinos, concurso de recortes, conciertos de música, fuegos artificiales, traslado procesional, etc.   

¿Conoces el Mercadillo de los Viernes de Arganda?

Si tienes la oportunidad de visitar Arganda entre semana, podrás conocer la auténtica vida diaria de sus ciudadanos, sus calles, sus tiendas, sus bares, sus monumentos, etc., pero si además lo haces un viernes, no puedes dejar de visitar su famoso Mercadillo, conocido popularmente como “Los Viernes”.

Muy cerca de la parada de metro de Arganda del Rey, podrás disfrutar de este fantástico mercadillo todos los viernes por la mañana.

El encanto reside en contemplar a la gente local comprando con sus carros y bolsas, pero también en escuchar a los diferentes tenderos gritar sus precios, ofertas y gangas. Entre gritos de “Todo a 1 euro”, “2x1”, o “Bueno, bonito y barato”, podremos encontrar una gran variedad de artículos a un precio asequible.

En “Los Viernes” encontrarás numerosos puestos de alimentación, ropa, calzado, mimbre, artículos del hogar, plantas, juguetes, etc.

No te lo pierdas. Ven a Los Viernes!

martes, 12 de febrero de 2013

Casas Singulares de Arganda I: ¿Quién vivió en La Casa del Rey o Quinta del Embajador?

En 1594, esta casa fue mandada construir por el Embajador Imperial de Felipe II, Hans Khevenhüller, como casa de recreo. A ella acudieron grandes personalidades de la Corte y por supuesto también los Reyes. Se sabe que la visitaron, en varias ocasiones, el Rey Felipe III y su esposa Margarita de Austria, e incluso que se hospedaron en ella y pasearon por sus amplios jardines, como podemos ver en la imagen adjunta, detrás de la imagen del Embajador.

Su interior, de una sola planta, estaba ricamente decorado con objetos de gran valor y famosos cuadros de pintores italianos. Uno de ellos, se conserva actualmente en el Museo del Prado.

A la muerte del embajador, la casa pasó a manos del Duque de Lerma, valido del Rey Felipe III, que además fue el involuntario protagonista del famoso Motín de Arganda, que en 2013 cumplió su 400 aniversario (1613-2013).

A mediados del siglo XVII, la casa fue adquirida por la Orden Religiosa de la Compañía de Jesús convirtiéndola en casa de labranza, trasformando los jardines en huertos de cultivo, ampliando su bodega y construyendo la segunda planta.

Tras la expulsión de los Jesuitas, decretada por Carlos III en el siglo XVIII, la casa pasa a llamarse “Casa del Rey” y queda en posesión de la Corona hasta su venta al Conde de Cimera. Este noble señor, la habita hasta la Guerra de la Independencia, donde las tropas francesas, a su paso por Arganda, arrasan la casa y la utilizan como hospital militar.

Tras el breve reinado de José Bonaparte, la casa pasa de nuevo a manos privadas, concretamente a la de los futuros Condes de Vilches, que la habitan hasta la Guerra Civil Española, momento especialmente duro para la localidad de Arganda por encontrarse tan próxima al Frente del Jarama.

Tras los destrozos sufridos durante la contienda y las diversas reformas realizadas en la casa, el edificio pasa a formar parte del Patrimonio Municipal en 1986 para darle un uso público, primero como archivo y conservatorio de música, y actualmente como centro cultural y sala de exposiciones. 

Su fantástica bodega del s. XVII, ubicada en la Plaza de la Amistad, ha sido restauranda recientemente y se encuentra abierta al público. 

Infórmate a través de la Oficia de Turismo de Arganda del Rey en C/Juan XXIII, 4 en el 918711344 o mediante correo electrónico: turismo@ayto-arganda.es 

400º aniversario del Motín de Arganda, 1613-2013.


Poco se sabe de este peculiar encuentro que tuvo lugar el 13 de septiembre de 1613 entre los vecinos de la villa de Arganda y su nuevo señor, D. Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, I Duque de Lerma.

Todo comienza con la independencia de Arganda del Arzobispado de Toledo en 1580 para convertirse en Villa de Realengo, facultad otorgada por el Rey Felipe II, que además le concede el sobrenombre de “del Rey”.

Esta nueva condición de villa independiente le permite a Arganda contar con su propio gobierno, impartir justicia, tener cárcel, cobrar impuestos, administrar bienes, etc. Sin embargo, las necesidades económicas de la Corte empujan al Rey a vender algunas de sus propiedades, incluida la villa de Arganda, por lo que los vecinos se ven obligados a endeudarse para recaudar el dinero necesario para ser de nuevo independientes.

El Duque de Lerma,
Museo del Prado
Esta situación coloca a Arganda en una difícil posición económica debido a que no puede afrontar los intereses de la deuda. Así que, muy a su pesar, decide someterse de nuevo a un señor que haga frente a los pagos y la libere de las cargas económicas. Este señor será el Duque de Lerma, valido o 1er ministro del Rey Felipe III, y personaje conocido por sus intereses particulares y su afán de poder.

En el día en el que el Duque tiene previsto hacer su entrada oficial en Arganda, el 13 de septiembre de 1613, hay programados festejos y toros, a los que el Duque era muy aficionado, pero la fiesta se ve truncada cuando, a su llegada, uno de los cocheros insulta al entonces Alcalde o Regidor de la Villa, llamándolo borracho. Tal insulto no es bien recibido por el pueblo, lo que provoca una serie de altercados que terminan con la salida del Duque al día siguiente de festejar su nuevo y tan deseado señorío.

Este hecho histórico, conocido como el Motín de Arganda, hizo en 2013, su 400 aniversario y simboliza el descontento social de una población en contra de la autoridad con la que no está de acuerdo. 

sábado, 9 de febrero de 2013

En Bici por la Vía Verde del Tajuña, entre Arganda del Rey y Morata.


El tramo de la Vía Verde del Tajuña que conecta Arganda del Rey con Morata de Tajuña se inauguró en 2007 y se puede acceder a ella, a través de transporte público, desde la estación de metro de Arganda del Rey (Línea 9).

La ruta se inicia por un tramo urbano entre el polígono industrial de San Sebastián y el barrio de Valdelarcipreste, próximo al Hospital del Sureste. Tras bajar una pequeña pendiente y dejar atrás el hospital, la Vía atraviesa una zona de campos de viñedos y olivos, típicos del sureste de Madrid.

Tras circular un par de kilómetros, cruzamos la Autovía A-3 por debajo, e iniciamos un leve ascenso de unos 5 kilómetros. A ambos lados de la vía podemos observar la vegetación de la zona, consistente en árboles de almendros, olivos, encinas, coscojas y pequeños arbustos de tipo esparto. También encontraremos zonas de descanso o de recreo para poder recuperar fuerzas y tomar algo.

Una vez alcanzada la cementera, zona también conocida como El Alto, la vía se hace llana y comienza a descender lentamente. El paisaje lo dominan los campos de olivos.

Antes de llegar a Morata de Tajuña, a la altura del kilómetro 15, nos encontramos con un helipuerto que también se utiliza como zona de descanso. Aquí podemos reponer fuerzas y decidir si queremos bajar hasta Morata antes de regresar de nuevo a Arganda.

Si se desea, también se puede continuar por la Vía, atravesando Morata de Tajuña y continuado por la Vía Verde del Tajuña que llega hasta Ambite. 

De Ruta por la Batalla del Jarama, entre Arganda y Morata

La ruta comienza en el Puente de Arganda , símbolo de resistencia durante la Batalla del Jarama en febrero de 1937 y que todavía se encuent...