viernes, 26 de abril de 2013

Súbete al Tren de Arganda y visita su Museo!


Este singular museo, inaugurado en mayo de 2003, se encuentra ubicado en Arganda del Rey junto a la estación de metro de La Poveda (Línea 9 de Metromadrid). Se trata de una iniciativa privada creada por unos aficionados al ferrocarril que han querido recuperar un trocito de historia del Tren del Tajuña para poder mostrarla al público de una forma interactiva y divertida.

El origen de esta línea de ferrocarril se remonta a finales del siglo XIX, cuando se decide la creación de un tren de vía estrecha que comunique Madrid con Vaciamadrid para el transporte de mercancías. Unos años más tarde, se concede la prolongación hasta Arganda, incluyendo también el transporte de pasajeros. La distancia entre ambos puntos era de 27 km. y se tardaba algo más de 1 hora en recorrerlos. La lentitud con la que se recorría el trayecto, permitía a algunos viajeros bajar del tren y recoger uvas de los campos por los que pasaba. De ahí la famosa frase: “El tren de Arganda, que pita más que anda”.

Tras varias décadas en funcionamiento y diversas prolongaciones por la vega del Tajuña (hoy convertidas en vía verde), se decide el cierre de la vía debido al elevado coste de mantenimiento y su escasa rentabilidad. A continuación, se concede su explotación a una empresa cementera de la zona, limitando su uso al transporte de materiales de construcción. Uso que termina en 1997, cuando se cierra definitivamente la vía para dar paso a la futura línea 9 de metro.

El actual Museo (ubicado en la antigua estación de la Poveda) permite observar diferentes objetos relacionados con el mundo del ferrocarril como faros, uniformes, billetes e incluso una maqueta de la antigua estación de Arganda. También se exponen fotografías de las diferentes estaciones y apeaderos que formaban parte de la Vía del Tajuña, así como un mapa del trazado, que iba desde Madrid hasta Guadalajara.

Sin embargo, el plato fuerte de la visita es el trayecto en su locomotora de vapor y sus coches de viajeros. La duración del mismo es de unos 40 minutos, ida y vuelta, y el tren va recorriendo los campos de los alrededores de la vega del Jarama cruzando el río a través de su puente metálico y rodeando parte de la laguna del Campillo, así como los cortados yesíferos de Rivas. Un entorno natural de gran belleza perteneciente al Parque Regional del Sureste.

El museo está abierto al público durante las temporadas de primavera y otoño, todos los domingos por la mañana. Para más información sobre el Museo, sus horarios y accesos, pinche aquí.

miércoles, 10 de abril de 2013

Descubriendo el Arrabal Morisco


Durante la Edad Media, el centro de Arganda se encontraba en torno a la desaparecida Ermita de la Virgen del Castillo, junto a la actual plaza Marcial Lalanda, y al parecer pudo haber existido una muralla que la rodeara delimitando el perímetro del casco antiguo de Arganda.

A las afueras de la muralla, extramuros, se encontraban los arrabales o barrios de las afueras, y en el caso de Arganda se encontraba el arrabal morisco, situado al Sur, en las inmediaciones de la actual Plaza del Gato.

Los primeros habitantes moriscos, llamados así a los descendientes de musulmanes convertidos al cristianismo, llegaron a finales del siglo XVI (1571) tras el vencimiento de los cristianos en la Guerra de las Alpujarras, produciéndose el desplazamiento de los musulmanes por diferentes lugares de la península. 

A Arganda llegaron unos 200 habitantes provenientes de los pueblos de Baza y Guadix, en Granada, y gracias a sus amplios conocimientos agrícolas, su adaptación fue rápida, cultivando los campos de olivos y vid de los alrededores del municipio. 

En el Archivo Parroquial se conservan registros de su paso por Arganda y se sabe que algunos de sus apellidos fueron: de Guadix, de Baza, de Granada, Jerez, Millán, Moreno, Almagro, Montesinos, de Córdoba, Jiménez, de Jaén, Ledesma, de Plaza, etc., registrados como Nuevos Cristianos.

Sin embargo, la mayoría conservó sus costumbres musulmanas, como por ejemplo practicar el ramadán, trabajar los días festivos cristianos, faltar a misa, no confesarse o no comer cerdo… de ahí el nombre de mangurrinos (no manjan gorrino) que recibieron los moriscos y, más tarde, todo aquel que no fuera de origen argandeño.

Lamentablemente, la expulsión de los moriscos decretada por Felipe III el 9 de abril de 1609, gobernando el Duque de Lerma, supuso graves consecuencias para todo el país, sobre todo en aquellos lugares donde hubo un mayor número de ellos, como en el caso del Levante. En Arganda, su salida supuso el abandono de los campos, el despoblamiento de la zona y el agravamiento de la crisis económica que ya imperaba, lo que supuso, en 1613, la venta de la villa de Arganda al Duque de Lerma y el posterior Motín que se realizó en su contra.

Sin embargo, esta situación permitió a la Orden Religiosa de los Jesuitas instalarse en la zona del Arrabal y continuar con la labor de cultivo de los campos de olivo y vid, convirtiéndose en los principales elaboradores de aceite y vino.

Concretamente, se instalaron en la Calle del Barranquillo esquina con Calle Santiago Apóstol, en una casona de grandes dimensiones, de dos plantas, buhardilla y una de las bodegas subterráneas más importantes de Arganda. 

En una de sus puertas todavía podemos observar el acceso habilitado para los carruajes y algunos de los rayos característicos del símbolo de su orden.

En la actualidad, la casa es privada y su interior no se puede visitar. 


De Ruta por la Batalla del Jarama, entre Arganda y Morata

La ruta comienza en el Puente de Arganda , símbolo de resistencia durante la Batalla del Jarama en febrero de 1937 y que todavía se encuent...