viernes, 1 de noviembre de 2013

Ruta del Silencio – Por los Cementerios de Arganda

Con motivo de la celebración del día de Todos los Santos, se honra la memoria de los seres queridos y se acude al cementerio para llevar flores, limpiar lápidas, reunirse en familia, etc.

Desde el siglo XIII aproximadamente y hasta el siglo XVIII, los enterramientos se hacían en el interior de las iglesias o en sus alrededores, pero en 1787, el rey Carlos III prohibió el enterramiento en las iglesias debido a la falta de espacio y los problemas de salubridad.

Sin embargo, no fue hasta 1808, durante el gobierno de José Bonaparte, cuando se construyeron los primeros cementerios a las afueras de la ciudad, especialmente tras las batallas libradas contra las tropas francesas, donde murieron muchos españoles.

El caso del cementerio viejo de Arganda, data de 1823 y se encuentra al noroeste de la población, muy cerca del Cerro de la Horca

Cuenta con una extensión de unos 7000m2 y su único acceso es una portada de ladrillo visto de estilo clásico con decoración neo-mudéjar donde se lee la inscripción: 
BEATI MORTUI QUI IN DOMINO MORIUNTUR
que viene a decir: 
BIENAVENTURADOS LOS MUERTOS QUE DE AQUÍ EN ADELANTE MUEREN EN EL SEÑOR.


En su interior, se observan diferentes lápidas organizadas por filas y separadas por una calle central y varias paralelas que permiten el acceso a las mismas. Las lápidas más antiguas datan de mediados del siglo XIX. Destaca el panteón o mausoleo adosado al muro norte de estilo ecléctico realizado en ladrillo visto de 1894.


Arganda también cuenta con un cementerio nuevo que se inauguró en 1982 debido a la insuficiencia del anterior y que se encuentra a las afueras del municipio, muy cerca de la Dehesa del Carrascal. Su distribución es más moderna puesto que cuenta con nichos, capilla, velatorio, etc.


Por último, encontramos el cementerio de perros, ubicado en la misma Dehesa del Carrascal. Se trata del único ejemplo de cementerio canino en la Comunidad de Madrid. El Último Parque, así se llama el cementerio, está abierto al público desde 1983 en horario de sábados y domingos. 

Para más información: http://www.elultimoparque.com

sábado, 26 de octubre de 2013

Arganda en el Museo del Prado

En esta entrada he querido enlazar algunos de los personajes más relevantes de la historia de Arganda del Rey con uno de los museos más importantes de España, el Museo Nacional del Prado.
Retrato de Felipe II
Anguissola. 1565

El primer protagonista es el Rey Felipe II, quién en 1561 mandó trasladar la capital de España a Madrid y propició la comunicación con el Levante a través de Arganda. Además, en 1580 concedió a la ciudad su denominación “Real” al convertirla en Villa de Realengo.

Este retrato del Rey fue realizado en 1565 por Anguissola durante el matrimonio de Felipe II con su tercera esposa Isabel de Valois*, quién a su vez encargó tres tallas de la imagen de la Virgen de la Soledad al escultor Gaspar Becerra, una de las cuales se quedó en Arganda hasta la llegada de los franceses en 1808. 


El Rapto de Helena. Tintoretto. 1578-1579
Su hijo y futuro Rey de España, Felipe III, visitó en varias ocasiones nuestro municipio debido a su gran afición a la caza, alojándose en la Quinta del Embajador o Casa del Rey, donde el embajador Imperial, Hans Khevenhuller, tuvo varios cuadros de pintores italianos**, como este de Tintoretto, El Rapto de Helenaactualmente ubicado en la 1ª planta del Museo del Prado.

Retrato Ecuestre del Duque
de Lerma. Rubens. 1603


La Casa del Rey también alojó al Duque de Lerma, valido de Felipe III, quien adquirió la casa tras la muerte del Embajador, y fue el precursor del famoso Motín de Arganda en 1613. 

Este retrato, realizado por Rubens en Valladolid, representa a Lerma como un todopoderoso guerrero a caballo, siguiendo modelos de la Antigüedad. Tras un breve paso por la colección real en el siglo XVII, el retrato volvió a los herederos del duque y fue adquirido por el Museo en 1969*.


Amalia de Llano y Dotres
Federico de Madrazo. 1853


En el siglo XIX la Casa del Rey se entregó como dote a Doña Amalia de Llano y Dotres, futura condesa de Vilches, una mujer muy culta y muy devota de la Virgen de la Soledad. 

La Condesa contaba con treinta y dos años cuando el pintor Madrazo la retrató. Fue escritora aficionada, llegando a publicar las novelas Berta y Lidia, y madre del II conde de Vilches, quien legó este cuadro al Prado en 1944*.


Tauromaquia [estampa], 20. Francisco de Goya. 1816


Tambien en el siglo XIX Francisco de Goya realizó sus famosas escenas de tauromaquia, como esta estampa denominada Ligereza y atrevimiento de Juanito Apiñani en la de Madrid. ¿A alguien le resulta familiar?



Retrato de un caballero desconocido
El Greco. 1600-1605

El último cuadro, Retrato de caballero desconocido, fue pintado por El Greco a comienzos del siglo XVII. Existen diversas interpretaciones en cuanto a la identidad del personaje, afirmando algunos autores que pudiera tratarse de Miguel de Cervantes quien, en 1604, vivió cerca de Toledo y tuvo amistad con miembros del círculo de El Greco*. 


Como ya sabemos, Miguel de Cervantes fue descendiente de argandeños por parte de madre, Leonor de Cortinas, y además existen teorías de su posible nacimiento en Arganda, o Urganda la desconocida…


* Imágenes y parte de los textos extraídos de http://www.museodelprado.es/ 
** Arganda del Rey. Archivo de la Ciudad de Arganda del Rey. Lunwerg Editores. 2003.

martes, 9 de julio de 2013

¿Sabías que Arganda tuvo un barrio judío?

Durante la Edad Media existió en Arganda, además del arrabal morisco, otro barrio extramuros en torno a la Plaza de la Cruz: el barrio de la Judería.

En este barrio, de casas bajas y calles estrechas, vivían un grupo de judíos de origen humilde, en su mayoría agricultores y artesanos dedicados a diferentes oficios, como el de sastre, zapatero, herrero, alfarero, etc. 

Casas al final de la C/ de la Cruz
Al parecer, muchos vivían en varias casas con una entrada común, que se cerraba por las noches para evitar el saqueo por parte de los cristianos.

Cabe recordar que, durante siglos, los judíos fueron perseguidos y obligados a convertirse al Cristianismo en contra de su voluntad, provocando diferencias y disputas entre los cristianos "viejos" y los "nuevos".

En Arganda, a pesar de su reducido protagonismo, se ha logrado conservar la fisonomía de algunas de sus calles y casas, como las encontradas al final de la Calle de la Cruz.

Ejemplo de Mezuzah
De hecho, en la misma plaza de la Cruz, existió hasta hace poco, una casa de origen judío que conservaba en su entrada una Mezuzah, un receptáculo adherido a la jamba derecha de los pórticos de las casas donde se colocaba un pergamino enrollado con versículos de la Torá

Para terminar, destacar que en esta plaza se solía celebrar la Fiesta de los Mayos, una fiesta de origen pagano donde los más jóvenes del pueblo talaban el árbol más alto para plantarlo en esta plaza como símbolo de su virilidad. Las chicas jóvenes se encargaban de adornarlo y se construía un altar donde se sentaba la Maya, chica joven que representaba la inocencia. 

Posteriormente, la Iglesia decidió sustituir este tipo de fiesta y convertirla en cristiana, añadiéndole una cruz al árbol talado y sustituyendo a la maya por una Virgen, transformando esta fiesta en las Cruces de Mayo. 

miércoles, 15 de mayo de 2013

Paseando por las Sendas de la Dehesa de El Carrascal


Uno de los aspectos más beneficiosos de vivir en Arganda del Rey es su cercanía a la Dehesa del Carrascal, un bosque de 131 hectáreas incluido en el Parque Regional del Sureste por su valor paisajístico y belleza natural.

La Dehesa está compuesta principalmente de pinares de repoblación, aunque en origen estaba formado por encinas y quejigos que fueron desapareciendo debido a la tala y el pastoreo intensivo por parte del hombre.

Su repoblación comenzó en los años 50 y actualmente está considerado como uno de los mejores ejemplos de encinar manchego.

Entre los principales tipos de flora, encontramos: árboles de tipo pino carrasco (el más abundante), pino piñonero, encinas, quejigos; matorrales como la coscoja o el esparto; arbustos como el lentisco, la jara o la zarza; plantas aromáticas como el romero, la lavanda, el tomillo o la salvia; ecosistemas agrícolas como el olivo y la vid.

En cuanto a la fauna destacan, entre otros, mamíferos como: conejos, liebres, zorro común, erizo, jineta o tejón; aves: mirlo común, urraca, abubilla, abejaruco, carbonero, gorrión; y reptiles como lagartijas.

Además, el Parque cuenta con una zona de merenderos de fácil acceso y con papeleras.

Es importante recordar la importancia del respeto medioambiental y paisajístico, para su adecuado uso y disfrute.

Entre las recomendaciones medioambientales a tener en cuenta, están:
  • No tirar basura al monte.
  • No molestar a los animales ni arrancar las plantas.
  • Caminar por los senderos habilitados para no perderse.
  • No hacer exceso de ruido.

Para un adecuado disfrute de la Dehesa, es conveniente:

  • Utilizar calzado adecuado y ropa cómoda.
  • Llevar agua.
  • Gafas de sol, gorra y protección solar.
  • Llevar prismáticos. 

Para llegar a la Dehesa, se puede acceder por la salida 28 de la A3. A lo alto, se ve la Residencia de Ancianos y una vez en el municipio, se puede aparcar en el Barrio de Los Almendros, o el nuevo cementerio. 

viernes, 26 de abril de 2013

Súbete al Tren de Arganda y visita su Museo!


Este singular museo, inaugurado en mayo de 2003, se encuentra ubicado en Arganda del Rey junto a la estación de metro de La Poveda (Línea 9 de Metromadrid). Se trata de una iniciativa privada creada por unos aficionados al ferrocarril que han querido recuperar un trocito de historia del Tren del Tajuña para poder mostrarla al público de una forma interactiva y divertida.

El origen de esta línea de ferrocarril se remonta a finales del siglo XIX, cuando se decide la creación de un tren de vía estrecha que comunique Madrid con Vaciamadrid para el transporte de mercancías. Unos años más tarde, se concede la prolongación hasta Arganda, incluyendo también el transporte de pasajeros. La distancia entre ambos puntos era de 27 km. y se tardaba algo más de 1 hora en recorrerlos. La lentitud con la que se recorría el trayecto, permitía a algunos viajeros bajar del tren y recoger uvas de los campos por los que pasaba. De ahí la famosa frase: “El tren de Arganda, que pita más que anda”.

Tras varias décadas en funcionamiento y diversas prolongaciones por la vega del Tajuña (hoy convertidas en vía verde), se decide el cierre de la vía debido al elevado coste de mantenimiento y su escasa rentabilidad. A continuación, se concede su explotación a una empresa cementera de la zona, limitando su uso al transporte de materiales de construcción. Uso que termina en 1997, cuando se cierra definitivamente la vía para dar paso a la futura línea 9 de metro.

El actual Museo (ubicado en la antigua estación de la Poveda) permite observar diferentes objetos relacionados con el mundo del ferrocarril como faros, uniformes, billetes e incluso una maqueta de la antigua estación de Arganda. También se exponen fotografías de las diferentes estaciones y apeaderos que formaban parte de la Vía del Tajuña, así como un mapa del trazado, que iba desde Madrid hasta Guadalajara.

Sin embargo, el plato fuerte de la visita es el trayecto en su locomotora de vapor y sus coches de viajeros. La duración del mismo es de unos 40 minutos, ida y vuelta, y el tren va recorriendo los campos de los alrededores de la vega del Jarama cruzando el río a través de su puente metálico y rodeando parte de la laguna del Campillo, así como los cortados yesíferos de Rivas. Un entorno natural de gran belleza perteneciente al Parque Regional del Sureste.

El museo está abierto al público durante las temporadas de primavera y otoño, todos los domingos por la mañana. Para más información sobre el Museo, sus horarios y accesos, pinche aquí.

miércoles, 10 de abril de 2013

Descubriendo el Arrabal Morisco


Durante la Edad Media, el centro de Arganda se encontraba en torno a la desaparecida Ermita de la Virgen del Castillo, junto a la actual plaza Marcial Lalanda, y al parecer pudo haber existido una muralla que la rodeara delimitando el perímetro del casco antiguo de Arganda.

A las afueras de la muralla, extramuros, se encontraban los arrabales o barrios de las afueras, y en el caso de Arganda se encontraba el arrabal morisco, situado al Sur, en las inmediaciones de la actual Plaza del Gato.

Los primeros habitantes moriscos, llamados así a los descendientes de musulmanes convertidos al cristianismo, llegaron a finales del siglo XVI (1571) tras el vencimiento de los cristianos en la Guerra de las Alpujarras, produciéndose el desplazamiento de los musulmanes por diferentes lugares de la península. 

A Arganda llegaron unos 200 habitantes provenientes de los pueblos de Baza y Guadix, en Granada, y gracias a sus amplios conocimientos agrícolas, su adaptación fue rápida, cultivando los campos de olivos y vid de los alrededores del municipio. 

En el Archivo Parroquial se conservan registros de su paso por Arganda y se sabe que algunos de sus apellidos fueron: de Guadix, de Baza, de Granada, Jerez, Millán, Moreno, Almagro, Montesinos, de Córdoba, Jiménez, de Jaén, Ledesma, de Plaza, etc., registrados como Nuevos Cristianos.

Sin embargo, la mayoría conservó sus costumbres musulmanas, como por ejemplo practicar el ramadán, trabajar los días festivos cristianos, faltar a misa, no confesarse o no comer cerdo… de ahí el nombre de mangurrinos (no manjan gorrino) que recibieron los moriscos y, más tarde, todo aquel que no fuera de origen argandeño.

Lamentablemente, la expulsión de los moriscos decretada por Felipe III el 9 de abril de 1609, gobernando el Duque de Lerma, supuso graves consecuencias para todo el país, sobre todo en aquellos lugares donde hubo un mayor número de ellos, como en el caso del Levante. En Arganda, su salida supuso el abandono de los campos, el despoblamiento de la zona y el agravamiento de la crisis económica que ya imperaba, lo que supuso, en 1613, la venta de la villa de Arganda al Duque de Lerma y el posterior Motín que se realizó en su contra.

Sin embargo, esta situación permitió a la Orden Religiosa de los Jesuitas instalarse en la zona del Arrabal y continuar con la labor de cultivo de los campos de olivo y vid, convirtiéndose en los principales elaboradores de aceite y vino.

Concretamente, se instalaron en la Calle del Barranquillo esquina con Calle Santiago Apóstol, en una casona de grandes dimensiones, de dos plantas, buhardilla y una de las bodegas subterráneas más importantes de Arganda. 

En una de sus puertas todavía podemos observar el acceso habilitado para los carruajes y algunos de los rayos característicos del símbolo de su orden.

En la actualidad, la casa es privada y su interior no se puede visitar. 


viernes, 15 de febrero de 2013

De Ermita a Ermita: De San Roque a Nuestra Señora de la Soledad.


Iniciamos la ruta al final de la calle Real, donde se encuentra la Ermita de San Roque. Se trata de un templo de pequeñas dimensiones con una sola planta cuadrada datada de principios del siglo XVII.

Celebra la festividad del Santo el día 16 de agosto con una procesión desde la Ermita hasta la Iglesia Parroquial, tras la cual tiene lugar una misa y finaliza con el regreso de la imagen del santo a la ermita. Ese día se reparten rosquillas y limonada.

Continuamos bajando por la calle Real hasta llegar a la plaza de la constitución, donde vemos, de frente, la imponente Iglesia Parroquial de San Juan Bautista, patrón de Arganda.

Se trata de una iglesia de finales del siglo XVII y principios del XVIII, aunque se asienta sobre una anterior del siglo XVI. Es de planta de cruz latina con tres naves, crucero y cúpula recubierta de yeso. En el altar se encuentra su magnífico retablo barroco del siglo XVII traído desde Calatayud en 1943, ya que el original fue destruido durante la Guerra Civil Española.

En una de sus capillas, hay una placa que recuerda que en la Iglesia yacen los restos mortales de los abuelos, bisabuelos y tatarabuelos maternos de Miguel de Cervantes, autor del Quijote.

Cabe decir que la actual iglesia sustituyó a una más antigua ubicada en el casco medieval de Arganda y dedicada a la Virgen del Castillo. Actualmente no quedan restos de la misma ya que fue demolida en 1971.

Continuando por la Calle San Juan, y bordeando la iglesia por el lado exterior de la cabecera, observamos su fabulosa torre de piedra de 57 metros de altura, conocida como la “Pascualina”, nombrada en honor al clérigo Pascual Milano que donó una importante suma de dinero para su construcción.

Nuestra siguiente parada es la Ermita de la Virgen de la Soledad, patrona de Arganda y muy querida por los argandeños.

Anterior a esta ermita hubo una denominada del humilladero perteneciente a la hermandad de la Veracruz, pero su ruinoso estado obligó a la construcción de la actual en el siglo XVII. 

De construcción sencilla, es de planta de cruz latina y una sola nave con bóveda de cañón. Su interior es de decoración barroca y en el altar podemos admirar la imagen de la Virgen de la Soledad, obra del escultor José Ginés realizada en 1810. 

Terminamos recordando que las Fiestas Patronales del mes de septiembre se celebran en honor a la Virgen de la Soledad con Ofrenda floral, encierros taurinos, concurso de recortes, conciertos de música, fuegos artificiales, traslado procesional, etc.   

¿Conoces el Mercadillo de los Viernes de Arganda?

Si tienes la oportunidad de visitar Arganda entre semana, podrás conocer la auténtica vida diaria de sus ciudadanos, sus calles, sus tiendas, sus bares, sus monumentos, etc., pero si además lo haces un viernes, no puedes dejar de visitar su famoso Mercadillo, conocido popularmente como “Los Viernes”.

Muy cerca de la parada de metro de Arganda del Rey, podrás disfrutar de este fantástico mercadillo todos los viernes por la mañana.

El encanto reside en contemplar a la gente local comprando con sus carros y bolsas, pero también en escuchar a los diferentes tenderos gritar sus precios, ofertas y gangas. Entre gritos de “Todo a 1 euro”, “2x1”, o “Bueno, bonito y barato”, podremos encontrar una gran variedad de artículos a un precio asequible.

En “Los Viernes” encontrarás numerosos puestos de alimentación, ropa, calzado, mimbre, artículos del hogar, plantas, juguetes, etc.

No te lo pierdas. Ven a Los Viernes!

martes, 12 de febrero de 2013

Casas Singulares de Arganda I: ¿Quién vivió en La Casa del Rey o Quinta del Embajador?

En 1594, esta casa fue mandada construir por el Embajador Imperial de Felipe II, Hans Khevenhüller, como casa de recreo. A ella acudieron grandes personalidades de la Corte y por supuesto también los Reyes. Se sabe que la visitaron, en varias ocasiones, el Rey Felipe III y su esposa Margarita de Austria, e incluso que se hospedaron en ella y pasearon por sus amplios jardines, como podemos ver en la imagen adjunta, detrás de la imagen del Embajador.

Su interior, de una sola planta, estaba ricamente decorado con objetos de gran valor y famosos cuadros de pintores italianos. Uno de ellos, se conserva actualmente en el Museo del Prado.

A la muerte del embajador, la casa pasó a manos del Duque de Lerma, valido del Rey Felipe III, que además fue el involuntario protagonista del famoso Motín de Arganda, que en 2013 cumplió su 400 aniversario (1613-2013).

A mediados del siglo XVII, la casa fue adquirida por la Orden Religiosa de la Compañía de Jesús convirtiéndola en casa de labranza, trasformando los jardines en huertos de cultivo, ampliando su bodega y construyendo la segunda planta.

Tras la expulsión de los Jesuitas, decretada por Carlos III en el siglo XVIII, la casa pasa a llamarse “Casa del Rey” y queda en posesión de la Corona hasta su venta al Conde de Cimera. Este noble señor, la habita hasta la Guerra de la Independencia, donde las tropas francesas, a su paso por Arganda, arrasan la casa y la utilizan como hospital militar.

Tras el breve reinado de José Bonaparte, la casa pasa de nuevo a manos privadas, concretamente a la de los futuros Condes de Vilches, que la habitan hasta la Guerra Civil Española, momento especialmente duro para la localidad de Arganda por encontrarse tan próxima al Frente del Jarama.

Tras los destrozos sufridos durante la contienda y las diversas reformas realizadas en la casa, el edificio pasa a formar parte del Patrimonio Municipal en 1986 para darle un uso público, primero como archivo y conservatorio de música, y actualmente como centro cultural y sala de exposiciones. 

Su fantástica bodega del s. XVII, ubicada en la Plaza de la Amistad, ha sido restauranda recientemente y se encuentra abierta al público. 

Infórmate a través de la Oficia de Turismo de Arganda del Rey en C/Juan XXIII, 4 en el 918711344 o mediante correo electrónico: turismo@ayto-arganda.es 

400º aniversario del Motín de Arganda, 1613-2013.


Poco se sabe de este peculiar encuentro que tuvo lugar el 13 de septiembre de 1613 entre los vecinos de la villa de Arganda y su nuevo señor, D. Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, I Duque de Lerma.

Todo comienza con la independencia de Arganda del Arzobispado de Toledo en 1580 para convertirse en Villa de Realengo, facultad otorgada por el Rey Felipe II, que además le concede el sobrenombre de “del Rey”.

Esta nueva condición de villa independiente le permite a Arganda contar con su propio gobierno, impartir justicia, tener cárcel, cobrar impuestos, administrar bienes, etc. Sin embargo, las necesidades económicas de la Corte empujan al Rey a vender algunas de sus propiedades, incluida la villa de Arganda, por lo que los vecinos se ven obligados a endeudarse para recaudar el dinero necesario para ser de nuevo independientes.

El Duque de Lerma,
Museo del Prado
Esta situación coloca a Arganda en una difícil posición económica debido a que no puede afrontar los intereses de la deuda. Así que, muy a su pesar, decide someterse de nuevo a un señor que haga frente a los pagos y la libere de las cargas económicas. Este señor será el Duque de Lerma, valido o 1er ministro del Rey Felipe III, y personaje conocido por sus intereses particulares y su afán de poder.

En el día en el que el Duque tiene previsto hacer su entrada oficial en Arganda, el 13 de septiembre de 1613, hay programados festejos y toros, a los que el Duque era muy aficionado, pero la fiesta se ve truncada cuando, a su llegada, uno de los cocheros insulta al entonces Alcalde o Regidor de la Villa, llamándolo borracho. Tal insulto no es bien recibido por el pueblo, lo que provoca una serie de altercados que terminan con la salida del Duque al día siguiente de festejar su nuevo y tan deseado señorío.

Este hecho histórico, conocido como el Motín de Arganda, hizo en 2013, su 400 aniversario y simboliza el descontento social de una población en contra de la autoridad con la que no está de acuerdo. 

sábado, 9 de febrero de 2013

En Bici por la Vía Verde del Tajuña, entre Arganda del Rey y Morata.


El tramo de la Vía Verde del Tajuña que conecta Arganda del Rey con Morata de Tajuña se inauguró en 2007 y se puede acceder a ella, a través de transporte público, desde la estación de metro de Arganda del Rey (Línea 9).

La ruta se inicia por un tramo urbano entre el polígono industrial de San Sebastián y el barrio de Valdelarcipreste, próximo al Hospital del Sureste. Tras bajar una pequeña pendiente y dejar atrás el hospital, la Vía atraviesa una zona de campos de viñedos y olivos, típicos del sureste de Madrid.

Tras circular un par de kilómetros, cruzamos la Autovía A-3 por debajo, e iniciamos un leve ascenso de unos 5 kilómetros. A ambos lados de la vía podemos observar la vegetación de la zona, consistente en árboles de almendros, olivos, encinas, coscojas y pequeños arbustos de tipo esparto. También encontraremos zonas de descanso o de recreo para poder recuperar fuerzas y tomar algo.

Una vez alcanzada la cementera, zona también conocida como El Alto, la vía se hace llana y comienza a descender lentamente. El paisaje lo dominan los campos de olivos.

Antes de llegar a Morata de Tajuña, a la altura del kilómetro 15, nos encontramos con un helipuerto que también se utiliza como zona de descanso. Aquí podemos reponer fuerzas y decidir si queremos bajar hasta Morata antes de regresar de nuevo a Arganda.

Si se desea, también se puede continuar por la Vía, atravesando Morata de Tajuña y continuado por la Vía Verde del Tajuña que llega hasta Ambite. 

De Ruta por la Batalla del Jarama, entre Arganda y Morata

La ruta comienza en el Puente de Arganda , símbolo de resistencia durante la Batalla del Jarama en febrero de 1937 y que todavía se encuent...